Nos convencemos a nosotros mismos que la vida será mejor en un futuro, en un mañana. Estamos seguros de que al conseguir alguna pequeña meta, podremos encontrar nuestra felicidad.
Entonces nos sentimos frustrados porque al conseguir aquello que buscábamos, no hemos alcanzado lo que hubiésemos deseado; y seguimos buscando otras cosas que puedan llenar nuestra vida... y nos pasamos así un tiempo, pensando que mañana será mejor. Creemos que estamos situados en un momento del tiempo, pero en realidad “ese mañana” tan anhelado es el que estamos viviendo hoy aunque no nos demos cuenta.
La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que AHORA. ¿Si no es ahora, cuándo, mañana? Tu vida estará siempre llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas.
Por largo tiempo parece que la vida está a punto de comenzar, pero siempre hay algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar, entonces la vida comenzaría. Hasta que te das cuenta que estos obstáculos son "la vida". Esta perspectiva te ayuda a ver que no hay un camino a la felicidad, LA FELICIDAD ES EL CAMINO. La felicidad es un trayecto no un destino.